05 octubre 2012

Reposo

No olvides la primavera 


Reposo

Una tristeza del tamaño de un pájaro.

Un aro limpio, una oquedad, un siglo.

Este pasar despacio sin sonido,
esperando el gemido de lo oscuro.
Oh tú, mármol de carne soberana.
Resplandor que traspasas los encantos,
partiendo en dos la piedra derribada.
Oh sangre, oh sangre, oh ese reloj que pulsa
los cardos cuando crecen, cuando arañan
las gargantas partidas por el beso.

Oh esa luz sin espinas que acaricia

la postrer ignorancia que es la muerte.




Vicente Aleixandre

4 comentarios:

Marinel dijo...

Grande, grande Aleixandre.
Mirando tu cuadro me han dado unas ganas locas de meterme dentro de esa marea de flores amapoladas y luminosas,mientras recito este poema de intensidad sublime.
Dúo perfecto.
Besos.

Juglar dijo...

Sabes conjuntar muy bien las letras con tus pinceles.
No entiendo demasiado de pintura, Andrés, sólo sé sentir la paz y serenidad que me inspira un cuadro, el sosiego y hasta ternura, en cierto modo.
Y todo eso lo percibo cada vez que entro a tu blog.
Un saludo afectuoso.

Lolica dijo...

Contigo y tus pinceles, es imposible olvidar la primavera, amigo Andrés.
Desde el reposo que se respira y adivino, te felicito, gran hombre.
Saludos cordiales

campoazul dijo...

¡¡Que pintura mas hermosa! Me encanta ese campo azul con flores que dan color y calor al conjunto.

Besitos.