22 agosto 2010

Morí por la Belleza

Mañana de brumas Venecianas 116 x 100

Morí por la Belleza


Morí por la Belleza, pero apenas
acomodada en la Tumba,
Uno que murió por la Verdad yacía
En un cuarto contiguo-
Me preguntó en voz baja por qué morí.
-Por la Belleza -repliqué-
-Y yo -por la Verdad- Las dos son una-
Somos Hermanos -dijo-
Y así, como Parientes, reunidos una Noche-
Hablamos de un cuarto a otro-
hasta que el Musgo alcanzó nuestros labios-
y cubrió -nuestros nombres-


Emily Dickinson

19 agosto 2010

DE ESPALDAS A LA FIESTA





DE ESPALDAS A LA FIESTA

He venido con palabras en las manos,
como un niño que se amamanta,
como una muchacha que recibe su primera caricia.

Nadie me llamó,
ni mi nombre aparecía entre la lista de invitados,
un breve recuerdo, un íntimo pensamiento,
un gesto acaso en uno de los asistentes
ha bastado para esta presencia
que es un inconveniente.

Todos hablan en voz baja y me observan,
deseosos de que desaparezca.

Soy extraño entre aquellos que un día reíamos
y bebíamos juntos,
quizá cómplices de la misma aventura
-¡qué palabras tan deleznables!-

Hoy he llegado como un suspiro,
como un soplo,
como la misma sangre siempre presente,
tan dolorosa cuando resbala por la piel abierta de la herida.

Y aquí estoy, indiferente,
igual que un firmamento ocupando todo el espacio de la atención,
dioses pequeños observándome.

No, no es la música, los vasos, las promesas,
las falsas vestimentas, lo que me atrajo.

Sólo un pensamiento:
duele la vida sin esperanza,
sigue la rueda sin cansancio.

Traigo un sueño y alguien me espera,
mirando al cielo,
de espaldas a la fiesta.



Pedro Enríquez


Granada, España, 1956. Poeta, narrador, editor y arquitecto.

18 agosto 2010

ANCLADO EN MI TRISTEZA DE PROFETA

Venecia bajo el cielo de Granada 110 x 100


ANCLADO EN MI TRISTEZA DE PROFETA



Anclado en mi tristeza de profeta

sé cuánto ha de valer lo que hoy recibo;

cuánto valdrá después esto que vivo

sujeto a este después que me sujeta.



Mi plenitud en ti quedó incompleta

y espera un no sé qué definitivo.

Mientras, cerca de ti, escribo y escribo,

poeta al fin, en tiempo de poeta.



Sé cuánto ha de valer; eso es lo triste.

Valdrá más que lo mucho que poseo

el recordar lo mucho que me diste.



Profetizado don, con que falseo

esta presente gracia que me asiste

y esa futura gracia que preveo.


Rafael Guillén

(1957) De "Pronuncio amor"


http://www.rafael-guillen.com/

14 agosto 2010

Días de luz perfecta


La belleza

A veces ,en días de luz perfecta y exacta,
en que las cosas tienen cuanta realidad pueden tener,
me pregunto a mí mismo despacio
por qué siquiera atribuyo
belleza a las cosas.
¿Una flor tiene acaso belleza?
¿Tiene acaso belleza una fruta?
No: tienen color y forma
y tan sólo existencia.
La belleza es el nombre de algo que no existe,
que yo doy a las cosas a cambio del placer que me producen.
No significa nada.
Entonces, ¿Por qué digo de las cosas: son bellas?
Sí, incluso a mí, que sólo vivo de vivir, invisibles,
vienen a hablarme las mentiras de los hombres ante las cosas,
ante las cosas que simplemente existen.


Fernando Pessoa

11 agosto 2010

Pablo Neruda-Desnuda



. ... Sucede que me canso de ser hombre

Desnuda

Desnuda eres tan simple como una de tus manos:
lisa, terrestre, mínima, redonda, transparente.
Tienes líneas de luna, caminos de manzana.
Desnuda eres delgada como el trigo desnudo.

Desnuda eres azul como la noche en Cuba:
tienes enredaderas y estrellas en el pelo.
Desnuda eres redonda y amarilla
como el verano en una iglesia de oro.

Desnuda eres pequeña como una de tus uñas:
curva, sutil, rosada hasta que nace el día
y te metes en el subterráneo del mundo

como en un largo túnel de trajes y trabajos:
tu claridad se apaga, se viste, se deshoja
y otra vez vuelve a ser una mano desnuda.

Pablo Neruda

06 agosto 2010

Agua sexual-Pablo Neruda


Empapando lo oscuro 120 x 70


AGUA SEXUAL

Rodando a goterones solos,
a gotas como dientes,
a espesos goterones de mermelada y sangre,
rodando a goterones
cae el agua,
como una espada en gotas,
como un desgarrador río de vidrio,
cae mordiendo,
golpeando el eje de la simetría, pegando en las costuras del alma,
rompiendo cosas abandonadas, empapando lo oscuro.

Solamente es un soplo, más húmedo que el llanto,
un líquido, un sudor, un aceite sin nombre,
un movimiento agudo,
haciéndose, espesándose,
cae el agua,
a goterones lentos,
hacia su mar, hacia su seco océano,
hacia su ola sin agua.

Veo el verano extenso, y un estertor saliendo de un granero,
bodegas, cigarras,
poblaciones, estímulos,
habitaciones, niñas
durmiendo con las manos en el corazón,
soñando con bandidos, con incendios,
veo barcos,
veo árboles de médula
erizados como gatos rabiosos,
veo sangre, puñales y medias de mujer,
y pelos de hombre,
veo camas, veo corredores donde grita una virgen,
veo frazadas y órganos y hoteles.

Veo los sueños sigilosos,
admito los postreros días,
y también los orígenes, y también los recuerdos,
como un párpado atrozmente levantado a la fuerza
estoy mirando.

Y entonces hay este sonido:
un ruido rojo de huesos,
un pegarse de carne,
y piernas amarillas como espigas juntándose.
Yo escucho entre el disparo de los besos,
escucho, sacudido entre respiraciones y sollozos.

Estoy mirando, oyendo,
con la mitad del alma en el mar y la mitad del alma en la tierra,
y con las dos mitades del alma miro el mundo.

Y aunque cierre los ojos y me cubra el corazón enteramente,
veo caer un agua sorda,
a goterones sordos.

Es como un huracán de gelatina,
como una catarata de espermas y medusas.
Veo correr un arco iris turbio.
Veo pasar sus aguas a través de los huesos.


Pablo Neruda