13 abril 2014

Quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos




Quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos

 Juegas todos los días con la luz del universo.

Sutil visitadora, llegas en la flor y en el agua.

Eres más que esta blanca cabecita que aprieto

como un racimo entre mis manos cada día.

A nadie te pareces desde que yo te amo.

Déjame tenderte entre guirnaldas amarillas.

Quién escribe tu nombre con letras de humo entre las estrellas del sur?

Ah déjame recordarte cómo eras entonces, cuando aún no existías.


Mis palabras llovieron sobre ti acariciándote.

Amé desde hace tiempo tu cuerpo de nácar soleado.

Hasta te creo dueña del universo.

Te traeré de las montañas flores alegres, copihues,

avellanas oscuras, y cestas silvestres de besos.

Quiero hacer contigo

lo que la primavera hace con los cerezos. 

-Pablo Neruda-

12 abril 2014

Se mezclan en el aire.



Mixta sobre tela 120 x 120
Cuerpo a la vista
Y las sombras se abrieron otra vez y mostraron un cuerpo:
tu pelo, otoño espeso, caída de agua solar,
tu boca y la blanca disciplina de sus dientes caníbales, prisioneros en llamas,
tu piel de pan apenas dorado y tus ojos de azúcar quemada,
sitios en donde el tiempo no transcurre,
valles que sólo mis labios conocen,
desfiladero de la luna que asciende a tu garganta entre tus senos,
cascada petrificada de la nuca,
alta meseta de tu vientre,
plata sin fin de tu costado.
Tus ojos son los ojos fijos del tigre
y un minuto después son los ojos húmedos del perro.
Siempre hay abejas en tu pelo.
Tu espalda fluye tranquila bajo mis ojos
como la espalda del río a la luz del incendio.
Aguas dormidas golpean día y noche tu cintura de arcilla
y en tus costas, inmensas como los arenales de la luna,
el viento sopla por mi boca y su largo quejido cubre con sus dos alas grises
la noche de los cuerpos,
como la sombra del águila la soledad del páramo.
Las uñas de los dedos de tus pies están hechas del cristal del verano.
Entre tus piernas hay un pozo de agua dormida,
bahía donde el mar de noche se aquieta, negro caballo de espuma,
cueva al pie de la montaña que esconde un tesoro,
boca del horno donde se hacen las hostias,
sonrientes labios entreabiertos y atroces,
nupcias de la luz y la sombra, de lo visible y lo invisible
(allí espera la carne su resurrección
y el día de la vida perdurable)
Patria de sangre,
única tierra que conozco y me conoce,
única patria en la que creo,
única puerta al infinito.
Octavio Paz 

03 abril 2014

Absolutamente nada, absolutamente todo.


Mixta sobre tabla , 80 x 250


Chapoteo en el color de tus manos
sin hundir los sueños de tus pinceles, 

hoy morados, 
en la sutil esperanza que sobre el agua juega,
al borde, en los márgenes,
florece y fluye la vida sin corrientes.
Muda y colgada, 
un pequeño brazo acaricia con delicadeza
las nubes mansas que flotan a la deriva
en un cielo de aguas lilas, quizás moradas,
ajenas a las miradas del tiempo, salvo a las tuyas.
Absolutamente nada, es olvido.
Absolutamente todo, es memoria.

José Perona. 03-04-14. 13:06 h.