28 mayo 2013

Encendido

Encendido


Triunfo del amor
Abrimos todas las puertas
rozando las sílabas con las palabras
enlazando, a voces,
los secretos de cristal
que dormían abrazados 
al calor de nuestra piel.
Escúchame, te susurré, mientras miraba 
nuestra luna desde la ventana, escúchame.

Sonreíste mágico. Pronunciaste nuestros nombres
y sentí tu voz en toda la geografía.
Me dijiste: el mar, amor, es el mar,
y te amo en cada ola, entre sueños,
en las estrellas,
te amo amor en alta marea,
en el corazón creciendo,
en los besos esperados y no esperados,
en la palabra que llega y en la que se va,
en el horizonte sin lejanía,
en el abecedario y sus acentos.
Sin nostalgia, sin pasado, sin memoria.

Sólo amor con amor
en la mirada sin sombra.

Vida con vida amándose
en los ojos abiertos de la noche
al ritmo azul del cielo
sin final.

25 mayo 2013

Es mi hora


Es mi hora
VOCACIÓN DESENMASCARADA

Es mi hora.
La vida me llama.

Quiero exprimir de la noche
lo que tiene de hermoso,
sacar de esta travesura
lo que tiene de ímpetu
e, incluso, encontrar
un gato con cien orejas.

Porque ahora sé de qué color es un sueño.







LIGEREZA

Me quito estas gruesas vestiduras
que me encierran
y me hacen forzoso el movimiento.

Mañana, mi piel desnuda
y mis brazos bailando al son del viento.

Isabel Martínez Baquero

24 mayo 2013

Donde no estoy


Donde no estoy



Yo.
Con el hueco blanquísimo de un caballo, 
crines de ceniza. Plaza pura y doblada.




Yo. 
Mi hueco traspasado con las axilas rotas. 
Piel seca de uva neutra y amianto de madrugada.

Toda la luz del mundo cabe dentro de un ojo. 
Canta el gallo y su canto dura más que sus alas.

Yo.
Con el hueco blanquísimo de un caballo. Rodeado 
de espectadores que tienen hormigas en las palabras.

En el circo del frío sin perfil mutilado. 
Por los capiteles rotos de las mejillas desangradas.

Yo. 
Mi hueco sin ti, ciudad, sin tus muertos que comen. 
Ecuestre por mi vida definitivamente anclada.

Yo.
No hay siglo nuevo ni luz reciente. 
Sólo un caballo azul y una madrugada.

17 mayo 2013

Me canso de ser hombre...


PRIMAVERA VERDADERA

Walking around
Pablo Neruda



Sucede que me canso de ser hombre.

Sucede que entro en las sastrerías y en los cines

marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro

Navegando en un agua de origen y ceniza.


El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.

Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,

sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,

ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.


Sucede que me canso de mis pies y mis uñas

y mi pelo y mi sombra.

Sucede que me canso de ser hombre.


Sin embargo sería delicioso

asustar a un notario con un lirio cortado

o dar muerte a una monja con un golpe de oreja.

Sería bello

ir por las calles con un cuchillo verde

y dando gritos hasta morir de frío.


No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,

vacilante, extendido, tiritando de sueño,

hacia abajo, en las tapias mojadas de la tierra,

absorbiendo y pensando, comiendo cada día.


No quiero para mí tantas desgracias.

No quiero continuar de raíz y de tumba,

de subterráneo solo, de bodega con muertos

ateridos, muriéndome de pena.


Por eso el día lunes arde como el petróleo

cuando me ve llegar con mi cara de cárcel,

y aúlla en su transcurso como una rueda herida,

y da pasos de sangre caliente hacia la noche.


Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas,

a hospitales donde los huesos salen por la ventana,

a ciertas zapatería con olor a vinagre,

a calles espantosas como grietas...

15 mayo 2013

Ser un pintor


Elegí conscientemente el camino del perro a través de la vida. Voy a ser pobre. Voy a ser pintor.
Vincent Van Gogh




No importa lo que un pintor pinta mientras esté bien pintado.
Mark Rothko



La luz no es una cosa que puede ser reproducido, sino algo que debe ser representado usando otra cosa... Colores.
Paul Cézanne

13 mayo 2013

Estar solo


Estar solo




Albertina Azocar, la chica de la boina gris, fue una de las musas de Pablo Neruda. Los Veinte poemas de amor, una de las obras de Neruda más conocidas y leídas en el mundo, contienen sólo algunos de los cientos de poemas que en su juventud el poeta le dedicó.

Se conocieron en el instituto Pedagógico de Santiago donde ambos estudiaban francés y por dos años mantuvieron un discreto romance que solo terminó cuando ella, para no contrariar a su familia que era muy conservadora, prefirió alejarse de Neruda,. Albertina guardó el secreto de su amor adolescente durante 50 años, así como 111 cartas que Neruda le escribió entre 1922 y 1932. A ella le dedicó también el poema 15 (Me gustas cuando callas)



Poema VI

Te recuerdo como eras en el último otoño.
Eras la boina gris y el corazón en calma.
En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo
y las hojas caían en el agua de tu alma.

Apegada a mis brazos como una enredadera,
las hojas recogían tu voz lenta y en calma.
Hoguera de estupor en que mi sed ardía.
Dulce jacinto azul torcido sobre mi alma.

Siento viajar tus ojos es distante el otoño:
boina gris, voz de pájaro y corazón de casa
hacia donde emigraban mis profundos anhelos
y caían mis besos alegres como brasas.

Cielo desde un navío. Campo desde los cerros.
Tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma.
Más allá de tus ojos ardían los crepúsculos.
Hojas secas de otoño giraban en tu alma.

Pablo Neruda

04 mayo 2013

Iluminante paisaje



como la hache no pronunciada

sólo procuro

dentro de mí el agua

para decir

la secreta humedad

que protege tu ausencia,

y sólo digo

un silencio, mi amor,

sólo un silencio

en la suave mudez

que envuelve la palabra,

sólo procuro

libélulas y sol 

y versos que repiten,

y digo ven 

para decir el tacto.

(paloma corrales, mayo de 2012)