Hace ya años , quizás treintaitantos…mientras yo estudiaba segundo de bachiller, nos pusieron un trabajo sobre el arte clásico, o algo parecido, en fin un aburrimiento al igual que las clases de historia del Arte que siempre y durante todo el curso no salíamos de los griegos.
Con muy pocas ganas y ninguna motivación, comencé pero no sabía ni por dónde empezar, entonces decidí acercarme a la papelería del pueblo y compre unas fichas empaquetadas que atraves del plástico de la portada se veía algo sobre columnas y frisos etc.…Al abrirla comencé a pasar hojas de edificios clásicos fotografiados en blanco y negro, pero al llegar a la 5ª aparecieron dos hojas en color que me inundaron los sentidos, de luz y de mundos nuevos entonces para mi . eran los girasoles de Monet y un cuadro de Van Gogh de un ciprés. Aquel día tras haber visto una y otra vez pinturas religiosas llenas de mugre y oscuras descubrí por fin que la pintura tenia color y texturas, que las líneas rectas , no existían y que el color se entremezclaba haciendo formas plásticas y sensuales que hacían ver, lo que el artista quería transmitir.
Aquel cuadro de los girasoles se adelanto , y me mostro lo que sería mi vida dedicada a la pintura, poco después decidí largarme a correr mundo , vivir , llorar, amar y pintar, en definitiva y eso es lo que sigo haciendo.
Hace unos tres años el cuadro que me abrió el mundo al color y la vida, lo vi en mi último año que viví en Barcelona, en el museo de arte moderno. Fue como si se terminara un ciclo oscuro y me volviera a dar la pauta para emprender una nueva etapa y ahora Claude Monet viene a visitarme muy cerca de donde vivo y trabajo, EL EFECTO MARIPOSA...
GIRASOLES DE MONET
EL JARDIN AFRODISIACO
FIEBRE
Fiebre, fiebre de cuarenta encuentros,
de certeros grados, fiebre de flecha inmensa,
fiebre de soledad.
La mosca del sexo ha alojado en mi sangre
su veneno.
Lo digo por decir, en realidad,
la mosca del sexo ha nacido de mi carne,
se ha alimentado de mi sangre,
ha vivido años entre mis piernas.
Yo soy la mosca del sexo.
Fiebre, fiebre que no se calma
más que instantáneamente con tu semen,
fiebre que no desciende sino con tu saliva,
que no sabe inclinarse más que frente a tu voz.
Mi deseo encontró a quien rondarle.
Fiebre. Fiebre desesperada.
¿Te has tragado todos los imanes?,
que mi metálico pecho no quiere sino arremeter
contra tu pecho.
¿Te has comido la miel que quedaba en
los panales del mundo?,
que mi sexo, abeja milenaria
escapa hacia tu boca en vuelo vertical.
Víctima de mis besos,
depositario del tesoro de palabras que te debo,
héroe de papel.
Tu voz es el incendio en que se queman
todos mis prejuicios,
tu voz es una tea forjada con pétalos de rosa.
tu voz es mi condena.
Me ha picado tu voz en pleno corazón,
y es un veneno dulce como de alondras
anidando debajo de mi piel.
Fiebre, fiebre ....fiebre.
Alejandra Menassa de Lucia
FLORES DE LA OSCURIDAD
EL DESEO
Deseo que prende con fuerza en mis sentidos
en el tiempo, sin tiempo, que cubre mi desgana;
me envuelve, me aprisiona, me llena de calma
haciéndome olvidar recuerdos ya marchitos
Es dulce veneno que se cuela suave por mis venas
penetrando hasta lo más hondo de mis anhelos;
es como la miel y hiel, la escarcha y el fuego,
es presencia, en esencia, que alcanza hasta mis entrañas
Dejándome llevar por completo, arropada entre
susurros,caricias
y besos. Y soñando bellas nanas…
me dejo seducir por los dulces brazos de Morfeo
Sueños donde se funden la verdad y el deseo,
donde lo real y lo imposible convergen, dulcemente,
donde sólo cuenta el presente, sin pasado, ni futuro.
Isabel Miralles
ROSAS DE AGUA
Qué hago aquí
No sé si el mundo ha mentido
Yo he mentido
Yo no sé si el mundo ha conspirado contra el amor
Yo he conspirado contra el amor
El clima de tortura no constituye ningún consuelo
Yo he torturado
Aunque no hubiera existido la nube en forma de hongo
habría odiado
Escuchadme
Yo habría hecho las mismas cosas
aunque no existiera la muerte
Me niego a que se me sujete como a un borracho
bajo el frío grifo de los hechos
Yo rechazo la coartada universal
Como un ninfomaníaco que ata a un millar
en una extraña hermandad
Yo espero
a que cada uno de vosotros confiese
Poema de Leonard Cohen
DESTELLOS DE AGUA MARINA
EL CORAZON DE OTOÑO
