DESDE MI TORRE MUDÉJAR
488 Soles
y horizontes dorados
Esta meseta de horizontes infinitos, apenas unas líneas que en la
lejanía se difuminan e igualan, que se confunden en su interminable
alejamiento, es propicia para la visualización de unos atardeceres cuasi
marítimos. Si a ello unimos la profundidad del campo visual en lo que a nubes
se refiere, encontraremos unos atardeceres que son tan espectaculares.
Cielos que al atardecer se tornas de azules a grisáceos, que poco a poco
se tiñen de arco iris, de dorados, de anaranjados y violáceos… y el sol como un
pandero refulgente y deslumbrante, rodeados de rojos exultantes… es la
apoteosis de esos crepúsculos tan espectaculares de esta meseta, una planicie a
más de 800 metros de altura sin accidentes geográficos reseñables hacia el
oeste que dificulten o eleven la línea del horizonte. Sustancialmente es la
horizontalidad…
RICARDO GUERRA
SANCHO
Cronista Oficial de la Ciudad de Arévalo. AVILA
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