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25 enero 2015

Loca por Juan Ramón Jiménez


Era apasionada, creativa, intensa y se enamoró locamente de Juan Ramón Jiménez. La artista Margarita Gil Roësset empezó a acudir al domicilio del escritor y de su mujer, Zenobia Camprubí, para esculpir sus bustos. Escribió en su diario sus anhelos, angustias y muchos «¡cómo te quiero!». Al no ser correspondida, acabó pegándose un tiro. Ahora se publica aquel diario, acompañado de los poemas y reflexiones que el poeta y su mujer dedicaron a la muchacha.

MISTICA PRIMAVERA

 Será expuesto por diferentes ciudades del mundo formando parte de la exposición

 ANGELES DE LA PAZ

Cuando Marga Gil Roësset, una escultora de 24 años, llega a la casa de Juan Ramón Jiménez y Zenobia Camprubí, en Madrid, solo encuentra al poeta. La chica está nerviosa. Lleva una carpeta de papeles. La deja en una mesita y le pide a Juan Ramón que espere a leer el contenido. Durante tres meses ha sido visitante asidua del domicilio del matrimonio Jiménez: ha esculpido el busto de Zenobia. Ese día, 28 de julio de 1932, ha intentado citarse con Zenobia, pero la mujer del poeta estaba ocupada. Tras dejar los papeles, se va corriendo. Llorando.
Unas horas después, la madre de la chica llama al autor de Platero y yo. Marga ha desaparecido. Zenobia y Juan Ramón participan en una búsqueda que termina a las 9:30 de la noche en la clínica Omnia de Las Rozas. «Estaba en la mesa de operaciones. Un tiro en la cabeza, con la belleza no destrozada, descompuesta. Su mano estaba caliente, latía su pulso. Sangre a borbotones por la boca, la frente vendada de gasa. Una mirada ancha, dilatada», así describe Juan Ramón su última visión de Margarita Gil Roësset, una artista de talento, culta, guapa, de buena familia... la chica que se suicidó porque lo amaba.
Si me dieras un beso
El paquete que había dejado en su casa contenía el diario de Marga, 47 folios en los que explica que se ha enamorado de él y que ese amor imposible la tortura. «Si tú, espontáneamente, me dieras un beso y me trajeras así estrechamente dejándome oír en tu pecho latirte el corazón y un poco también la plata de tu voz. Sería glorioso. Pero tengo bastante miedo, me parece que tendré que morirme triste, sin beso, ni corazón, ni voz de plata, ni versos», escribe.
 Fátima Uribarri 



09 noviembre 2013

Oscuridad crepuscular

"Oscuridad crepuscular"




¿Qué es el ser ante el color del mundo? El color del mundo es mayor que el sentimiento del hombre.
Juan Ramón Jiménez




"Naturaleza a solas"





Cuando el color tiene su mayor riqueza, la forma tiene su plenitud.
Paul Cézanne


20 abril 2013

ANTEPRIMAVERA


Flor de alma

ANTEPRIMAVERA
Llueve sobre el río...

El agua estremese
los fragantes juncos
de la orilla verde...
¡Ay, qué ansioso olor
a pétalo frío!

Llueve sobre el río...

Mi barca parece
mi sueño, en un vago
mundo. ¡Orilla verde!
¡Ay, barca sin junco!
¡Ay, corazón frío!

Llueve sobre el río...

Juan Ramón Jiménez

05 septiembre 2012

YO NO SOY YO



Indolente paz


Soy este
que va a mi lado sin yo verlo; 
que, a veces, voy a ver, 
y que, a veces, olvido. 
El que calla, sereno, cuando hablo, 
el que perdona, dulce, cuando odio, 
el que pasea por donde no estoy, 
el que quedará en pié cuando yo muera. 

Juan Ramón Jiménez

23 abril 2010

23 DE ABRIL DE 2010


TRASCIELO DEL CIELO AZUL

¡Qué miedo el azul del cielo!
¡Negro!
¡Negro de día, en agosto!
¡Qué miedo!
¡Qué espanto en la siesta azul!
¡Negro!
¡Negro en las rosas y el río!
¡Qué miedo!
¡Negro, de día, en mí tierra
-¡negro!-
sobre las paredes blancas!
¡ Qué miedo!


Juan Ramón Jiménez

21 abril 2010

EL IMPERIO DEL AGUA

Esta serie, fue pintada entre 2003 y 2005 , una época en que viví unos años en la Costa Brava en una de las zonas mas bonitas, entre BLANES Y TOSSA DE MAR ,allí descubrí los fondos marinos en silicio y soledad , me ayudaron a salir de una tristeza que me inundaba.
Me metía en el Mar durante horas , y horas, bajaba y subía miles de veces solo con unas diminutas gafas de agua y una cámara barata sumergible.
Muchas noches, me adentraba en el agua tranquila como una balsa, siguiendo la estela de la Luna.
En estas inmersiones, descubrí la transparencia de los fondos haciendo miles de formas y franjas de diferentes verdes azulados.
Estos cuadros ya no están conmigo, fueron expuestas en diferentes ciudades, como Madrid Barcelona y Londres, los cuales se fueron quedando por el camino, aunque el primero que pinte lo tiene un buen amigo mio.

Recomiendo visualizar y escuchar la música de este vídeo mientras miráis los cuadros.








En El Sopor Azul E Hirviente de La Siesta...

En el sopor azul e hirviente de la siesta,
el jardín arde al sol. Huele a rosas quemadas.
La mar mece, entre inmóviles guirnaldas de floresta,
una diamantería de olas soleadas



En la soledad no se encuentra más que lo que a la soledad se lleva.



Mi libertad consiste en tomar de la vida lo que me parece mejor para mí y para todos; y en darlo con mi vida.



Los Caminos de La Tarde...

Los caminos de la tarde
se hacen uno, con la noche.
Por él he de ir a ti.
amor que tanto te escondes.

Por él he de ir a ti,
como la luz de los montes,
como la brisa del mar,
como el olor de las flores



Reproches

Como el cansancio se abandona al sueño
así mi vida a ti se confiaba...
Cuando estaba en tus brazos, dulce sueño,
te quería dejar ....y no acababa...

Y no acababa.....¡Y tú te desasiste,
sorda y ciega a mi llanto y a mi anhelo,
y me dejaste desolado y triste,
cual un campo sin flores y sin cielo



Si te dan un papel pautado, escribe por detrás

Lo que más indigna al charlatán es alguien silencioso y digno.

Textos de

Juan Ramón Jiménez