28 mayo 2012

Toda palidez

Poema 37

Corazón, le olvidaremos
en esta noche tú y yo.
Tú, el calor que te prestaba.
Yo, la luz que a mí me dio.

Cuando le hayas olvidado
dímelo, que he de borrar
aprisa mis pensamientos.
Y apresura tu labor
no sea que en tu tardanza
vuelva a recordarle yo.

Emily Dickinson

ANCLADA EN LA VIRTUD DE LAS PALABRAS

Espacio donde las manos se posan simplemente para soñar”

Aldo Pellegrini

Le llama por su nombre

y distribuye el silencio.

No hay asombro en sus ojos,

habla la boca y las palabras

crecen a la velocidad del fuego.

Su cuerpo y su carne tallados

dan sentido al espacio

donde las manos se posan

simplemente para soñar.

Desde este lado de la vida

abandonan toda palidez

retornan, se desplaza el invierno

y las mentiras quedan ocultadas

bajo las hojas silentes de las bocas

cerradas sin rencor, plegadas en el decir

de alguna tormenta apaciguada

sin el odio del momento en la sombra,

en la noche, en la muerte.

Quizás convenga pronunciar

el latido del corazón,

sus ojos de asombro poblados de deseos

y anclados en la virtud de las palabras.

Mónica López Bordón


http://www.monicalopezbordon.com

2 comentarios:

María dijo...

La palidez se tinta de ternura en las doscomposiciones juntas.
Felicidades.
Un enorme abrazo.

campoazul dijo...

Un paisaje de ensueño, donde los colores son los protagonistas y la naturaleza los ornamentos.

Besitos.