13 julio 2010

ALBA - Federico García Lorca


ALBA

Mi corazón oprimido
siente junto a la alborada
el dolor de sus amores
y el sueño de las distancias.
La luz de la aurora lleva
semillero de nostalgias
y la tristeza sin ojos
de la médula del alma.
La gran tumba de la noche
su negro velo levanta
para ocultar con el día
la inmensa cumbre estrellada.

¡Qué haré yo sobre estos campos
cogiendo nidos y ramas,
rodeado de la aurora
y llena de noche el alma!
¡Qué haré si tienes tus ojos
muertos a las luces claras
y no ha de sentir mi carne
el calor de tus miradas!

¿Por qué te perdí por siempre
en aquella tarde clara?
Hoy mi pecho está reseco
como una estrella apagada.


Federico García Lorca

3 comentarios:

Paloma Corrales dijo...

Precioso Andrés, exquisito diría yo, y el poema del poeta granadino le va como anillo al dedo.

Besos, muchos.

E. Martí dijo...

Ilustración perfecta para ese alba de premonición y muerte; para el vacío que deja quien se va.
Armónico juego de azules y anaranjados. Precioso.
Vaya suerte estar en una ciudad que incita a la inspiración.
Saludos cordiales

Liz dijo...

La luz de la alborada es perfecta,Andrés.Te envidio un poquito por haber estado en ese momento,jaja.Un poema justo para tu obra.Un abrazo.Liz