CONVERSANDO CON LA LLUVIA
Llueve y salpica en mi cara
la sonrisa distante de tu boca.
Se zambullen los pájaros.
Melodía rítmica de los charcos.
Delgados brazos de árboles
sostienen perlas de agua.
Un grito de viento
dibuja tu nombre en el aire.
Te llamo: lluvia,
siempre respondes.
-Pregunto a los desamparados-.
Amapolas negras
descienden a las calles,
golpean puertas abiertas.
Parecemos extraños.
Nadie sabe ya nuestros nombres.
Nadie nos habla.
Pájaros, árboles, viento
y nubes: nuestros labios en llamas,
yacen en el barro.
Marcos Jiménez León
2 comentarios:
Combinación perfecta...
Me produjo tristeza este conversar con la lluvia...las amapolas negras...la soledad...pero es el poema junto a las imagenes, como bien dice Magda, una combinación perfecta.
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