La soledad es la suerte de todos los espíritus excelentes.
Arthur Schopenhauer
COMO RAYOS QUE PARTEN AL DESTIERRO
Estaban sentados a la orilla del río,
ya no existían ni los minutos,
ni el reloj, ni el tiempo.
Alguien llega.
Él sigue dibujando un paisaje lleno de muertos,
se va quedando solo,
la luna, llena de silencio,
se esconde entre las estrellas.
Pasan los días
y las rosas, como truenos,
se deshacen en pétalos azules,
amarillos, rojos…para que el mundo no se detenga.
Con lento gemir y temblando en el bosque negro
descubren los mapas del destierro
desde el filo de la niebla, tan espesa
que borra de las pupilas la mirada que permite
avanzar por la tierra desvelada de la existencia.
Las muertes, como rayos que parten al destierro,
preparan su equipaje.
Caminan fugaces y eternas sin destino,
levantan su voz y con una gran sombra
pasan la suma de las vidas ante sus ojos vacíos de luz.
Un binomio muy bello: imagen y texto.
ResponderEliminarSaludos.
La presencia de lo crepuscalar, en la que la naturaleza del paisaje pintado queda imbricado en un estado anímico de malancolia, que se puede observar en la gama colorística que utilizas,Andrés, nos conduce a ver un paisaje romántico en toda su plenitud.
ResponderEliminarLa desazón existencial ante el paso del tiempo, la presencia de la muerte, como elemento perturbador, y de una naturaleza turbulanta en el poema de Mónica cinjugan de forma ármonica la imagen y el texto. ¡Enhorabuena a ambos!
Un paisaje bellísimo y unos colores preciosos amigo Andrés y todo ello, acompañado de un preciosos poema, una excelente entrada amigo mío, recibe un fuerte abrazo
ResponderEliminarMe toca ese reflejo y me viste de rosa la mañana.
ResponderEliminarPrecioso, como siempre. ¿Cuándo no me gustará un cuadro tuyo? Todos me alcanzan, querido Andrés.
Un beso.
Pues yo veo todos los reflejos, a mis ojos ninguno está oculto...¡¡y son tan bellos!! Tus colores alegran la vida y Mónica la sabe expresar muy bien.
ResponderEliminarFelicidades por hacerlo tan bien,
Besitos.
Bueno el poema y el cuadro....veo que en tu paleta predominan los violetas y azules...dicen que los colores que eliges tienen que ver con el mundo interior. Saludos
ResponderEliminarUn amanecer, un día cualquiera de primavera, en algún rincón de España. Y ahí estás tú, para inmortalizarlo, para mostrarnoslo tal como es, y añadirle tu toque personal, tu sensibilidad y tu porción de belleza y vida. El resultado, esta obra tan llena de magia, donde toda la belleza y sutileza del momento quedan plasmadas. Se aprecia la profundidad y el frescor del momento. Transmite paz y sosiego, mirar este cuadro es olvidarse del mundo por unos instantes. Eres único para transmitir tanto. Felicidades Andrés por tan buenos trabajos. Un abrazo.
ResponderEliminarMayte
La maestría se aprecia en esta gran gama de colores tan extraordinariamente combinados. Bellísima obra. Mi más sincera enhorabuena.
ResponderEliminarSaludos
Maria del Carmen Villegas
Una preciosa obra, para regalarse uno mismo, en un dia de primavera cualquiera. Cuando se tiene la fortuna, de ver este amanecer y el don de poder transmitirlo. Lo realmente bello, es hacernos participes a los simples mortales, y no hay más que agradecer la bondad del artista. Gracias Andres. un calido abrazo.
ResponderEliminarCarmen Molins
Que quieres que te diga Maestro,está de "miedo"!!!!
ResponderEliminarRoswitha
Querido Andrés:
ResponderEliminarPrecioso, lo acabo de poner en facebook. Un besazo
Cuando necesite paz buscaré en ese reflejo oculto. Un remanso para el alma. Un abrazo desde el norte.
ResponderEliminar