Teresa de Ávila
De nuevo la luz
De nuevo La Luz.
De la Moraña
A la Morería.
De los otoños de encina a los veranos de ciprés
De aromas de pino
A los sutiles olores del jazmín y la buganvilla.
Este sigue siendo el siempre renacido y “viejo” Rueda.
Mediterráneo y continental
Céltico y Omeya
Gredos y bética fundidos por la sensibilidad de la luz.
¡Y el agua!
Miguel Ángel. (admirador y amigo)
¡Caray que preciosidad! Toda la razón tiene Teresa, y viendo ese mar de luz no es para menos..., ¡te superas "viejo" Rueda! Muchas gracias por el brillo que dejas metido en la retina de quien lo admira...., en este caso en la mia.
ResponderEliminarBesitos.
Y el agua que transcurre dando vida y plata al camino que la sigue...Agua acompañando al rito, agua como alimento de la sed. Limpieza, perfección, deseo inalcanzable... Agua multicolor, que se prende del cuadro, que se marca su ruta para seguir soñando con el tacto frío.
ResponderEliminarPrecioso texto y óleo.
Besos
Y una luz maravillosa, es precioso este cuadro unas tonalidades y reflejo fantástico y con unas certeras palabras de Teresa de Avila, un fuerte abrazo amigo Andrés
ResponderEliminarPrecioso el reflejo, la luz, las palabras.
ResponderEliminarUn beso.
Qué hermoso cuadro. Me gusta lo fragmentario. La luz está logradísima. Besos Andrés
ResponderEliminarAlejandra